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El emotivo texto del padre de los hermanos Sánchez tras muerte de su hijo

  • Martes 13 de julio de 2021
  • 15:31 hrs

Jaime manifestó que Aníbal nunca estuvo solo enfrentando su diagnóstico, sino que se le sumaron cientos de personas que colaboraron tanto de manera monetaria como anímicamente.

La muerte de Aníbal Sánchez, hermano del animador Cristián Sánchez la semana recién pasada, afectó profundamente a su familia, quienes lo acompañaron en sus últimos días tras una larga batalla contra el cáncer.

De hecho tanto Cristián como Jaime y Felipe, dedicaron sentidos mensajes de despedidas a ‘Cucho’, a quien le agradecieron por dejar que estuvieran a su lado durante su tratamiento en Estados Unidos.

En la misma línea el padre de los hermanos, Jaime Sánchez, escribió una especial dedicatoria en el obituario de El Mercurio, el cual compartió el animador en sus historias de Instagram.

“Hoy domingo 11 de julio de 2021 estaría cumpliendo 40 años. Soplando las velitas de la torta junto a su linda Marita y sus encantadoras hijas, Josefina y Emilia, de 10 y 7 años de edad, y “Cuchi”, la diminuta lauchita china, mascota de la menor. De todas maneras iban a estar sus inseparables seis hermanos, sus padres, suegra, cuñados y decenas de amigos que querían celebrarlo en grande, porque desde hace 21 meses lo acechaba la muerte con un nombre aterrador: cáncer cerebral diseminado en cuatro sectores de su columna vertebral”, comenzó escribiendo.

A su vez, el padre de Aníbal sostuvo que cuando le entregaron el diagnóstico a su hijo él dio la pelea y luchó hasta el final. “Tampoco le flaquearon las piernas cuando un centro especializado en Europa le informó que sus doctores no se sentían capaces de enfrentar tamaño desafío”, señaló.

“‘No puedo dejar huérfana a mi hija tan chica —dijo—. Voy a luchar, a poner lo mejor de mí’. Estoico se sometió a una compleja y peligrosa operación para extirparle un tumor principal de 12 centímetros en la cauda equina, cerca del sacro, y se aprontó a viajar a Houston en busca de un tratamiento de 30 sesiones de protonterapia que le salvara la vida. Todo lo hizo con tranquilidad. Con entusiasmo, con alegría, más preocupado de los otros que de sí mismo. Con mucha fe. Muy acompañado por sus hermanos, que se graduaron con distinción máxima en servicio, amor y compañía”, aseveró.

Por otra parte, Sánchez manifestó que tras someterse a un segundo tratamiento se descompensó en unos días y falleció el domingo 4 de julio, por lo que a una semana de su partida decidieron como familia subir el cerro La Cruz, uno de sus lugares favoritos.

“Han dicho de él que fue un hombre bueno, un ángel. Yo doy fe de sus muchas virtudes como hijo, hermano, cónyuge, padre, amigo y jefe. Y a la hora del adiós, le agradezco el cariño inmenso hacia su madre —la Totita de Lourdes— que lo adora… y el privilegio que fue para mí que me haya hecho el regalo inolvidable de ser mi hijo”, cerró.