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Los procesos de reeducación de hombres que han ejercido violencia contra una mujer

  • Viernes 8 de mayo de 2020
  • 15:48 hrs
  • Autor: Claudio Zurita Gutiérrez
El Centro de Reeducación de Hombres realiza un programa de 9 para las personas que han ejercido violencia en contra de una mujer, con el fin de que nunca más lo vuelvan a repetir.

El Centro de Reeducación de Hombres realiza un programa de 9 para las personas que han ejercido violencia en contra de una mujer, con el fin de que nunca más lo vuelvan a repetir.

Carolina Faúndez Contreras, psicóloga y coordinadora del Centro de Reeducación de Hombres de Talca explicó las formas en las que trabajan para dejar de normalizar la violencia y lograr que estas personas se den cuenta del daño que han causado a sus parejas.

La violencia de género es uno de los problemas que más preocupan a nivel nacional y debido al contexto actual de la pandemia del coronavirus, el confinamiento puede llevar al aumento de la violencia hacia la mujer.

Según las cifras del 2019, a nivel nacional se registraron 46 femicidios consumados, de los cuales uno fue en Chanco, región del Maule.

Desde el inicio al llamado a quedarse en casa, debido a la situación sanitario, e preveía que las denuncias por violencia intrafamiliar aumentarían, no obstante, en el Maule han disminuido en un 6,7%, según informó el Fiscal regional, Julio Contardo, quien hizo hincapié en mencionar que “esperamos   que   no se deba a la   falta de denuncias”.

Con el fin de combatir la violencia en contra de la mujer, el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género implementó una vía telefónica del 1455 para que puedan solicitar ayuda, en el cual las llamadas aumentaron a nivel nacional en un 70% y a nivel regional en un 62,3%.

La violencia género es uno de los hechos recurrentes a nivel nacional, por esta razón cabe preguntarse ¿cómo se reeduca a un hombre que violenta a su pareja?

Esta función la cumple el Centro de Reeducación de Hombres, quienes trabajan con el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género a nivel nacional desde el 2011. En el Maule atienden a 100 hombres al año, quienes llegan por diversas instancias, ya sea de forma voluntaria o por orden de un tribunal.

Debido a la pandemia y a las medidas preventivas de aislamiento físico, han debido adaptarse a las nuevas condiciones e implementar nuevas formas para seguir con su labor.  

Su coordinadora, la psicóloga Carolina Faúndez Contreras explicó a Red Maule los diversos procesos en que trabajan para poder lograr la reeducación de las personas que han cometido algún tipo de violencia en contra de sus parejas.

¿Cuál es la función principal del Centro de Reeducación de hombres y cómo llegan a él?

-Tiene que ver con un proceso psicosocioeducativo que se vincula con la reeducación de hombres que han ejercido violencia en el contexto de pareja y que ingresan al programa por distintas vías, ya sea por Tribunales de Familia, por derivación de la red Sename, por diversas instituciones o también porque se enteran en instancias como estas de que existe este centro de reeducación de manera gratuita y pueden acceder de manera espontánea solamente solicitando una hora de atención.

¿Cuáles son las principales características de los hombres que ejercen violencia?

-Se relaciona principalmente con nuestros criterios de inclusión, nosotros entendemos la violencia de género no como una patología o una enfermedad, sino como patrones aprendidos, por ejemplo, en sus procesos de sociabilización. La mayoría de los hombres que ingresan al programa han tenido historias donde han visto que estas formas de resolver los conflictos es algo normal, naturalizado en sus familias y como un concepto aprendido lo replican en sus relaciones de pareja.

En el filtro de la evaluación no podrían calificar algunos hombres que tengan patologías asociadas a su comportamiento, sino más bien los que lo han aprendido y tienen la intención hoy de modificar su conducta.

¿Cómo es el avance del proceso de reeducación y qué debe hacer un hombre para egresar?

-Principalmente, lo que nosotros medimos o evaluamos cuando un hombre ingresa al programa es su nivel de reconocimiento de la violencia ejercida hacia la pareja, que pueden ser conductas de abuso físico, emocional, económico, amenazas o intimidación, entre otras.

Posterior a ello, evaluamos que tan consiente es del daño que ha causado hacia la pareja, hacia los hijos, pero también a sí mismo. Hay que entender que los hombres que ejercen violencia no sólo hacen que lo pase mal los demás, sino que también ellos lo pasan mal posterior a esto, tienen que vivir temas judiciales, suspensión de las visitas con los hijos, algunos tienen que salir de sus casas por las medidas cautelares que dictan los tribunales en protección de la mujer.

Lo que nosotros problematizamos es eso, el efecto que genera la conducta violenta en la pareja, que esté consiente que ejerció y causó un daño a la mujer, pero que también se causó un daño a sí mismo.

Posterior a ello, el hombre que reconoce, que está consiente que causó un daño, inicia la siguiente fase de intervención que tiene que ver con taller o intervención grupal donde hay otras personas que también han ejercido violencia en el contexto de pareja. En este proceso se modifica el sistema de creencias que estos hombres traen producto de este proceso de sociabilización donde han entendido que a lo mejor es válido controlar, maltratar, que es la única forma que hasta el momento saben. Entonces este proceso busca que incorporen una nueva forma de relacionarse, pero desde el respeto y la no violencia.

Desde el inicio de la pandemia las denuncias por violencia intrafamiliar han disminuido. ¿Esto se ha visto reflejado en la violencia hacia la mujer y en el Centro de Reeducación de Hombres?

-Si bien han disminuido las denuncias realizadas en Carabineros o PDI, el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género ha implementado el número del 1455, que es un fono de orientación e información en relación específicamente de violencia de género y el aumento de llamadas aumentó en un 70% a nivel nacional y un 62,3% a nivel regional.

No sólo le tenemos que dejar la responsabilidad a las mujeres de denunciar o solicitar ayuda, sino que también los hombres se puedan activar en esta búsqueda de ayuda, si se dan cuenta que están causando un daño, algún tipo de violencia hacia la pareja, también pueden solicitar esta ayuda, una es llamando al 1455 y ahí los pueden derivar con el Centro de Hombres que en la región del Maule está en Talca.

¿Las personas que se unen al programa continúan en él si terminan su relación sentimental?

-Algunos de ellos vienen por demanda espontanea, otros vienen de manera independiente, otros por derivación de tribunal u otras entidades. Este es un trabajo que se hace en conjunto con el Centro de la Mujer y las casas de acogidas. Algunos de estos hombres continúan con sus relaciones, pero otros ya han terminado, pero muchos de ellos continúan sus procesos, independientemente si su relación de pareja sigue o no, entendiendo que posiblemente en el futuro tengan una nueva pareja y la idea es que no vuelvan ejercer las mismas conductas.

¿Qué sucede si un hombre vuelve a ejercer violencia en contra de una mujer en medio de su proceso?

-Es un trabajo conjunto y coordinado que se realiza con los centros de la mujer, quienes por un lado trabajan con ellas, su capacidad autónoma, reparar su autoestima que está dañada, que puedan diferenciar entre una relación saludable, liberarse de la culpa que muchas veces les genera al vivir estas situaciones violentas.

En el caso de los hombres, lo que se busca básicamente es hacerse responsable, desde el inicio de su proceso en el centro, les hacemos hincapié en que ya teniendo el conocimiento que nosotros les hemos entregado, las reflexiones que han sido necesarias que vayan generando en su proceso, no pueden tener una nueva causa de violencia hacia la pareja, como física o sexual, ya que esas son razones suficientes para ponerle termino a su proceso en el centro.

¿Cuánto tiempo dura el programa y cómo lo hacen para cerciorarse de que la persona no vuelva a ejercer estas conductas?

-Proceso completo dura 9 meses, pero puede durar un poco más, dependiendo de la contingencia.

Luego de egresar del programa, se les hace un seguimiento de seis meses y al menos hasta ahora ninguno ha vuelto a reincidir en violencia física, sexual u otras muy graves, entendiendo que talvez si puede haber algunas manifestaciones más sutiles desde lo emocional o desde los micro machismos.

Finalmente, Carolina Faúndez Contreras se refirió a dos campañas elaboradas recientemente por el Servicio de la Mujer, que incluye la campaña “mascarilla 19”.

“El ministerio en conjunto con el Servicio de la Mujer implementó campañas que tienen que ver con la situación del coronavirus y una de ellas es la mascarilla 19, donde la mujer que necesite ayude se acerque a las farmacias, solicita una mascarilla 19 y esa frase le da el indicador a la persona que la atiende que esta mujer está siendo víctima de violencia de género, le toman los datos y posteriormente se envían a la línea de orientación e información del 1455”.

Mientras que la profesional habló de la importancia de saber que a pesar del contexto actual, existen ayudas para este tipo de casos incluso en toque de queda. 

“Por el toque de queda, una mujer no podría salir de su casa si está pasando por una situación de peligro, sin embargo, la medida que ha tomado el Ministerio es que si pueden salir de su casa en estas situaciones y pedir ayuda sin ningún tipo de sanción. También está la modalidad del fono WhatsApp que es una ayuda de tipo silenciosa, cuando una mujer se encuentra en una situación de riesgo, puede enviar un mensaje al +5699700700”.